9 nov 2007

Proyecto "EL DESENTIERRO"

Proyecto seleccionado para el:

IX Curso de desarrollo de proyectos cinematográficos iberoamericanos 2011
Octubre y Noviembre del 2011

"Fundación Carolina" - España




“EL DESENTIERRO”



LARGOMETRAJE - Rosario/Jujuy



Consideraciones de las regiones

La ciudad de Rosario está ubicada en la Provincia de Santa Fe, a orillas del río Paraná, y a unos 390 Km. de Buenos Aires; es la segunda ciudad en importancia del país, y en ella se desarrollaría el comienzo de la historia, en los barrios periféricos. Ésta se encuentra a unos 1400 Kms. de las localidades que se detallan a continuación.
Las locaciones a utilizar están ubicadas en la provincia de Jujuy, en el extremo Noroeste del país, y limita por el sur con la provincia de Salta y por el norte y el oeste tiene límites internacionales con Bolivia y Chile.
En las Quebradas de Humahuaca se encuentran las localidades de Purmamarca, Tílcara y Humahuaca, esta última es la cabecera del departamento y se halla a 139 Km de la Capital Provincial, a 2939 Mts de altitud; también es un destacado centro de atracción turística debido a la belleza de sus paisajes naturales y su riqueza arqueológica, arquitectónica y cultural. Cuenta con una población de 6158 habitantes (Humahuaca).
Purmamarca es un pequeño poblado indígena fundado en el siglo XVI, rodeado por formaciones de la era mezoica moldeadas por el viento con el correr de los siglos. En su inquebrantable paz moran algo de 300 habitantes; descansa una iglesia del 1648 que tiene un algarrobo en su frente de casi 1000 años. Como en pocos lugares, allí puede percibirse el misticismo cotidiano de sus habitantes inmersos en una calma sideral; levantando las siembras de maíz, vendiendo sus artesanías en la plaza central a los turistas.
En Tílcara la atmósfera es de lo más apacible; turistas de cualquier lado del mundo se mezclan en la feria de la plaza con los lugareños que ofrecen sus tejidos de lana de llama y tapices de mil colores teñidos con extractos de flores de la Quebrada. Muy cerca de allí se encuentra la reconstrucción de un antiguo Pucará, típica fortaleza indígena prehispánica que se enquistaba estratégicamente en lo alto de un cerro de 70 Mts.
Y el último pueblo de la Quebrada, y antes del Altiplano, es Humahuaca que preserva la fisonomía histórica en su arquitectura Colonial con cierta mezcla autóctona. Sus carnavales, repetidos cada año desde antes de la Colonia, se entregan en un desfile de vestimentas e instrumentos típicos entre sus angostas calles empedradas.

(Datos extraídos de enciclopedia Microsoft Encarta, y de revista Magazin, nota de Jorge Benedetti).



Carnaval Quebradeño

El hombre de la Quebrada de Humahuaca dignifica su vida de trabajo de sol a sol, y los 365 días del año pasa forjando a lomo, la grandeza del país... Porque no es fácil vivir a 3000 o 4000 Mts de altura. Por eso, cuando en Febrero se acerca el carnaval, el Colla prepara su erquencho, su caja (instrumentos musicales autóctonos), su chicha (bebida regional a base de maíz), y su preocupación se centra en el Dios Momo, en el mojón, en su cuadrilla cajera o simplemente en su querida comparsa carnavalera.
¿Quién es el diablo? El diablo es el hombre común, el empleado municipal que limpia las calles del pueblo, el maestro rural, el albañil, el jornalero, el estudiante de la Quebrada. El diablo es cualquier habitante de la zona que, ansioso por divertirse, se disfraza con una careta pintarrajeada, un cabezal con dos cuernos arqueados de colores vivos, una capa multicolor chispeante de espejos, cascabeles y lentejuelas, una blusa combinada en rojos, amarillos y verdes, un pantalón de matices primarios de cuya parte posterior destaca una cola larga de casi 3 Mts., que el diablo bate cuando baila carnavalitos, bailecitos y cuecas.
Diablo es lo que el hombre quiere ser, sólo en este tiempo, una semana que la tradición le permite ser un diablo, y por ende hacer diabluras. No olvidemos que todo el año el hombre pasó penando en los cerros; no olvidemos que el colla es restringido, silencioso, introvertido, sumiso. Por eso cuando se vuelve diablo, hace cosas de diablo. Tal vez en el año se enamoró de alguien y jamás se declaró. Sin embargo disfrazado confiesa su amor a su pretendida; sin el disfraz es mutulo y nunca baila; disfrazado baila, canta, grita...
El diablo encabeza los carnavalitos de la comparsa y es obligación que sea alegre durante el carnaval, no hay diablos tristes ni dormidos. Sí diablos machados y sueltos. Él contagia la alegría y la tentación al hombre, también a la mujer; y en los nueve días y las nueve noches, casi no duerme; porque, de estas fiestas, no hay otra.




Diablo encadenado

Al final, cuando el carnaval se va, lleva una sarta de alimentos, zapallos, zanahorias, manzanas, papas y cebollas, que ofrendará a la Pachamama, en el mojón donde despacha su comparsa. De allí en más, vendrá el tiempo de pena, de trabajo, de arrepentimiento. Por eso –para que entiendan-, el diablo de carnaval es el hombre que arrastra el peso de unas largas cadenas, que se pierden en la noche de los tiempos.
Los cholos son un grupo selecto que desentierran su carnaval en la Casa Encantada, un lugar a casi cinco kilómetros de Humahuaca, al norte. Y respetando viejas leyes patriarcales, no permiten que la mujer participe de la sacada del carnaval, sólo los hombres pueden estar allí ese sábado y desde horas tempranas.
Allí se bebe chicha, vino y algún aguardiente, allí se saludan los compadres, apuestan a la taba... Y cantan todita la tarde, entre bromas, juegos y chanzas... Hasta que a eso de la oración, cuando el Pujllay se desata, los cholos con una planta de maíz en la mano, o una de girasol, agrupados en un número de casi doscientos; con el sombrero adornado con flores, emponchados en vivos colores, bajan cantando, sin bailar, hasta la entrada del pueblo.
Allí se han reunido casi trescientas mujeres, también talqueadas, pintadas y enserpentinadas, algunas con sombrero negro, otras con poncho rojo, todas lindas, chinas y viejas.

(Diario Clarín, entrevista de Laura Ballatore a Fortunato Ramos, maestro, músico y poeta de Humahuaca).

Muévase Carnavalito



El carnaval ya se instaló en Jujuy, hay que olvidar las penas y el dolor, los problemas económicos parecen desaparecer, se los espanta con talco, harina, papel picado y serpentina. Se les hecha agua.
En todos los rincones de la provincia, cada uno a su manera, deja al diablo suelto y se entrega a la alegría, a la diversión:

“Así soy cuando yo quiero;
cuando yo quiero así soy,
de la tristeza me alejo,
a la diversión me voy.”

Dice una copla que se escucha en el norte muy a menudo para esta época, o también está canción de una comparsa de indios de un barrio de San Salvador:

“El cacique y su comparsa
meta cantar y reír,
no se conocen las penas
no se conocen el dolor..
.”


Todo es cantar y reír, las calles se pueblan de algarabía, los festejos en carpas, bailantas, copleadas, corsos, fortines, invitaciones se suceden en todos los pueblos, cada uno a su manera; Palpalá, San Salvador, Maimará, Tilcara, Humahuaca, La Quiaca, El Ramal, todos al fin, no hay pueblo que no festeje.
Con mucha anticipación y seriedad se prepara la fiesta carnestolenda, muchos la esperan con ansias porque la ven como un escape a la rutina, otros a la triste situación que atravesamos los de estas tierras. El carnaval es como sentirse libre de problemas y presiones, es como un instante de armonía, es como abrazarse a la Madre Tierra, a un pasado de libertad, sin hambre ni miseria, aunque sea por un tiempito...
Justamente la iglesia la instauró en Latinoamérica como una especie de permiso para que los nativos, por un momento, dejen la vida dura a la que fueron sometidos por los españoles de la mano de la misma iglesia. Durante ese permiso todo valía y todo vale, los que sienten el carnaval dejan que en esos días salga todo lo que tienen reprimido, danzan y cantan como quieren, se reconocen en la Pachamama, se permiten comer y beber en abundancia. Se permiten cosas que no podrían hacer después del Domingo de tentación, sienten en la sangre como ríos de libertad, es como si algo hubiese accionado un dispositivo innato. ¿El diablo? ¿Las raíces? Como una voz ancestral que llama y recuerda que nacimos para ser libres, que la tierra es de todos y de nadie, y que habrá un futuro mejor, porque la Pachamama así lo quiere, o por lo menos, así decía mi abuela.
Ojalá algún día en estos pagos “no se conozcan las penas, no se conozca el dolor”. Ese día las anatas tocarán una música infinita, la música más libre que hallamos escuchado, y descalzos, y libres bailaremos, cantaremos en nuestra tierra libre...
Un carnaval eterno, una alegría real...



"Muévase carnavalito
como flor de cortadera
zapateando, zapateando,
levantando polvareda.

Habrá que levantar polvareda nomás"


(Revista “Sol y Luna”, Jujuy, nota de Azul Canela).


Fundamentos del proyecto

El presente es un proyecto para un largometraje que sería íntegramente producido por un equipo técnico y actoral de nuestra región, con algunas participaciones de actores de la zona donde se filmaría (Noroeste Argentino).




Fundamentos

La vida social en nuestras regiones está plagada de personas que buscan el dinero fácil tras un hecho de corrupción, muchos de ellos fugitivos, pero no es de extrañar que casi siempre los personajes que producen hechos mínimos son los arrestados o encontrados, en su mayoría.
Realmente en esta breve descripción, y que es aún mucho más compleja, la vida de muchos habitantes de estos lares se ha vuelto desesperante, con una moral general en baja, y todo ese cóctel explosivo hace que unos se pisen con otros. La presente historia tiene mucho de esta sensación general que sentimos “casi todos” los que vivimos aquí, a excepción claro está, de los que nos quieren vender el modelo a los demás.
Creemos que en nuestras sociedades han creado un monstruo que ya es difícil de controlar, donde el dinero es lo único que importa, y entonces el que no lo tiene haría cualquier cosa por obtenerlo, y a su vez conservarlo a toda costa, como los personajes de esta historia, se vuelve una cuestión crucial.
Otro fondo temático del guión es el enfrentamiento entre dos culturas que cohabitan en este país, la de los protagonistas que son evidentemente occidentales, y la otra que es una cultura descendiente de pueblos indígenas, “Los Omaguacas”, todo esto ocurre en el medio de una festividad como es el carnaval, que adoptaron después de la llegada de los Españoles, y donde la iglesia les permitía esos días de descanso y alegría, para soliviantar lo tanto que le exigían el resto del año en trabajos desmedidos.



Metas

El comienzo de la historia ocurre en la ciudad de Rosario, sería un 20% de ella, y sería necesario realizarlo en Enero, antes de trasladarse a Jujuy.
El rodaje de la parte del carnaval en Huamahuaca, sería cuando este se lleva a cabo realmente, o sea el 13 de Febrero y durante los nueve días que dura la festividad, antes del miércoles de cenizas cuando comienza la cuaresma en el Cristianismo. En esta fecha se realizaría un 80% de la película.


Localización física y cobertura espacial

El rodaje abarcaría las siguientes zonas: la ciudad de Rosario, Provincia de Santa Fe, y parte del camino, en el principio de éste.
El resto sería en la localidad de Las Quebradas de Humahuaca, en la Provincia de Jujuy, a una distancia de 1400 Kms. aproximadamente de la primera.